Lavanda - Lavandula spp.

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Lamiaceae (familia de las lamiáceas)

La lavanda es originaria de la región mediterránea, aunque se cultiva ampliamente en muchas partes del mundo debido a su fragancia y belleza.

La lavanda es un arbusto perenne que generalmente alcanza una altura de 30 a 60 centímetros. Sin embargo, algunas variedades pueden crecer más altas, llegando hasta 1 metro de altura.

La lavanda requiere una exposición a pleno sol. Es una planta resistente que se adapta bien a climas cálidos y soleados. Necesita al menos 6 horas de luz solar directa al día para un crecimiento y floración óptimos.

La lavanda es conocida por su tolerancia a la sequía una vez establecida. Prefiere suelos bien drenados y no necesita riegos frecuentes. Es importante permitir que el suelo se seque entre riegos para evitar el encharcamiento y el desarrollo de enfermedades en las raíces.

El follaje de la lavanda está compuesto por hojas estrechas y lineales de color verde grisáceo. Las hojas son aromáticas y están cubiertas de pequeños pelos, lo que les da una textura aterciopelada al tacto.

La lavanda es una planta resistente que puede soportar diferentes condiciones climáticas. Es resistente al calor, la sequía y la mayoría de las enfermedades y plagas. Sin embargo, puede ser sensible a los suelos pesados y mal drenados, lo que puede provocar problemas en las raíces.

La lavanda tiene una velocidad de crecimiento moderada. Forma arbustos densos y compactos a medida que crece, pero su crecimiento puede variar según la variedad y las condiciones de cultivo.

La lavanda produce hermosas y fragantes flores en espigas durante la primavera y el verano. La época exacta de floración puede variar según la especie y la variedad. Las flores son generalmente de color morado, aunque también se pueden encontrar variedades con flores de tonos rosados o blancos.

El color de las flores de lavanda varía según la especie y la variedad. Las flores pueden ser de tonos morados, desde lavanda claro hasta tonos más oscuros. También hay variedades de lavanda con flores de color rosa o blanco.

La lavanda es apreciada por su aroma relajante y su belleza en el jardín. Sus flores son atractivas para las abejas y otros polinizadores, lo que la convierte en una planta beneficiosa para el ecosistema del jardín.

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